top of page
Foto del escritorSuperletra S 2022

Mi portal a otros mundos

Yo… Siempre me he portado bien la mayor parte del tiempo. Un día en las vacaciones de verano, no sé qué hice, pero me castigaron: “¡Ve a tu habitación!”


De camino a mi cárcel y de cabeza baja, vi una luz arrastrándose por debajo de una puerta, como las patas de un gato cuando se estiran. Alcé la cabeza y miré la puerta… ¡Era un portón! ¿Qué habría por detrás de aquello? ¡Era enorme!


Recuerdo que siempre estaba cerrada y no sé por qué nunca me había picado la curiosidad, pero en aquel momento olvidé mi castigo. Total, no importaba tanto. En realidad, pasaba con alguna frecuencia: me enviaban a mi habitación muy enfadados y dentro de un rato estaba todo perdonado. Creo que en el fondo el castigo les costaba más a ellos que a mí y no se lo tomaban tan en serio.


Dicho esto, sin ningún remordimiento abrí la puerta y, al instante, pensé: “¿Y si este lugar está cerrado por alguna razón?” Me subió un frío repentino por el estómago, entré rápido al otro lado de la puerta y cerré igual de rápido, pero sin hacer ruido.

El frío se había ido, pero la respiración de cometer un delito no se calmaba.

Miré a la derecha y después a la izquierda. Era… ¡La habitación más desordenada del MUN-DO! ¡Qué horror! ¡Con razón la tenían cerrada! Parecía que toda la basura hubiera ido a parar allí: ¡se parecía a un bosque de desechos!


Había una mesa muy grande y una silla a la derecha. Delante de mí, en realidad me rodeaban por todas partes, había montañas y montañas de cajas. “Como se caigan, me matan”, pensé. Aquel lugar se había detenido en el tiempo. Para que me entendáis, la casa de mi padre es bastante moderna en la forma de como ha sido decorada. Sin embargo, aquella habitación no. Todo recordaba a algo más antiguo. Pude imaginar a mi padre de pequeño, sentado en su escritorio, asomándose para intentar ver lo que alguien estaría haciendo, como habría hecho yo. Eso me hizo reír.


Me decidí a seguir explorando, quería ver lo que había detrás de las cajas y llegar al otro lado de la habitación como si me fueran a dar una medalla por aquella conquista.

Seguí avanzado, pisando con mucho cuidado, hasta que vi algo genial. Reconocí enseguida donde estaba… No solo era un bosque de desechos. ¡Era la biblioteca de mi padre! Los muebles eran probablemente de mi abuelo. Y si aparto estas cajas probablemente encontraré su mecedora.


¡Sí! ¡Allí estaba! Una silla que se balancea, hecha en madera e imitación de cuero de un color raro que se asemeja al del vino.



¡Sí! ¡Allí estaba! Una silla que se balancea, hecha en madera e imitación de cuero de un color raro que se asemeja al del vino. Yo había escuchado hablar a mi abuela de aquella mecedora con mi padre. No recuerdo qué decían, pero aquel momento me hizo sentir que había encontrado un objeto sumamente valioso, con un gran poder, y todos se alegrarían cuando se lo contara. Pero… Era una silla tan cómoda que me quedé dormida. Al final, hice que todos se volviesen locos buscándome.


Un día me encargue de limpiar aquella habitación, así que ahora es mucho más fácil ir allí. Hubo un tiempo en el cual, siempre que desaparecía, el primer sitio al que iban a buscarme era a ese cuarto, pero la silla ahora está en mi habitación.


Para mí, tiene algo especial, quizá hasta mágico. Pertenecía a mi abuelo. Algunos familiares dicen que él y yo teníamos una conexión especial. La verdad es que no lo sé, ya que murió cuando era muy pequeña. La silla me relaja y me gusta sentarme a leer allí. Así que, al igual que la aventura en su búsqueda, ella se ha convertido en una puerta, un portal a varios mundos. Me gusta imaginar, vivir soñando e ir a algún lugar lejos del mundo real, donde todo es posible y nada se cuestiona. Eso me hace sentir relajada, me hace respirar hondo y tener buenos pensamientos.


Superletra S 2022







25 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo

Kommentare


bottom of page