Muchas veces lo único que necesitamos es detenernos un momento y olvidarnos de todo, dejar atrás los problemas. Y el lugar al que voy cada vez que quiero hacerlo es la playa, porque es allí donde me siento bien.
Siempre que necesito buscar paz interior y recargar energías aprovecho el tiempo que tengo y voy hasta ese sitio que considero mi segunda casa: la playa de Vila Real de Santo António.
También llamada Praia dos Três Pauzinhos” (de los tres palitos), el mejor acceso es a través de un camino con el mismo nombre y que está reservado a peatones, bicicletas y a un tren que circula en verano. Desde la playa logramos avistar la desembocadura del Guadiana y, más allá, las tierras de España.
Cada vez que llego, es como si fuera la primera vez y tengo la misma sensación de encanto al ver su paisaje. Siento ganas de correr hacia el mar, nadar, bucear y quedarme allí mismo, flotando y admirando el cielo.
Es el lugar al que voy cuando necesito calmar mi alma y llenarla de energía, el único sitio donde me siento realmente bien. Cuando lo abandono, salgo más ligera y sé que consigo enfrentarme a todo.
Me quedo mirando al mar y termino perdiéndome en mis pensamientos…
Allí, siento que tengo todo el tiempo del mundo. Me tumbo en la arena y disfruto del sol acariciando mi piel, mientras escucho el ruido de las olas y admiro el cielo. Creo que ninguna otra cosa en el mundo es capaz de traerme tanta paz. Me quedo mirando al mar y termino perdiéndome en mis pensamientos… Allí estoy como en casa, porque todo lo malo desaparece y solo quedan las buenas energías.
La vida corre tan rápido que no nos detenemos a apreciar su belleza, como si todo pasase por nosotros en vano.
La vida corre tan rápido que no nos detenemos a apreciar su belleza, como si todo pasase por nosotros en vano. Sin embargo, en la playa es diferente, estamos allí simplemente, sin preocupaciones. Lo único que importa es disfrutar el momento. Observar el mar nos trae paz, es como si el tiempo se detuviera y los problemas desaparecieran.
Sola, ante el mar, por un momento tengo la impresión de que todo irá bien para siempre.
Superletra R
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