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El 25 de Abril o la Revolución de los Claveles es el nombre dado a un levantamiento militar ocurrido el 25 de abril de 1974 en Portugal, que provocó la caída de la dictadura. El fin de este gobierno, conocido como Estado Nuevo (Estado Novo), supuso la restauración de la democracia en Portugal casi cincuenta años después y permitió que todas las provincias portuguesas no europeas, las colonias, lograsen su independencia antes de concluir 1975. Como estamos casi en el día de su conmemoración, entrevisté a una joven para preguntarle lo que sabe y piensa sobre esta celebración tan importante para Portugal.
Mariana tiene veinte años, es estudiante, muy inteligente y una persona con una enorme capacidad de empatía. Como aún es joven, solo sabe lo que ha aprendido en la escuela, lo que sus padres y abuelos le han dicho, así que todo lo demás es su propia opinión, la que se ha formado a lo largo de su vida.
Cuando le pedí su opinión acerca del 25 de Abril, su primera reacción fue de incertidumbre. Me dijo que, dado que estamos pasando por tiempos muy difíciles, piensa que este no será el mejor momento para celebraciones. Además, como las personas están confinadas en sus casas e intentan cumplir con las indicaciones de DGS (Direção Geral de Saúde), el Gobierno, más que nadie, debería dar ejemplo a través de sus acciones. Además, me ha dicho que no le importa saber si lo celebran o no, pero cree que mucha gente podría encontrarlo “ofensivo”, ya que nuestras libertades están algo limitadas ahora, y también piensa que la estrategia más inteligente en este momento para el Gobierno sería seguir el consenso popular.
Le pregunté si, con todos los datos sobre la historia de nuestro país, cree que ese evento histórico fue positivo o no. Las primeras palabras que pronunció fueron contundentes: “por supuesto”. Siguió contando que, en la época de la dictadura, la gente no podía expresarse, ya que al más mínimo desacuerdo con el Estado se convertían en presos políticos; y que teníamos colonias, un concepto retrógrado, donde incluso había campos de concentración. Nuestra joven añadió también que la gente era generalmente más pobre y la mayoría tenía menos educación o incluso eran analfabetos. Asimismo, las personas no podían expresarse si tenían otros ideales diferentes a los de construir una familia y ser un buen cristiano trabajador, por lo que si eran ateos, LGBTQ + o tenían otras orientaciones políticas debían esconderse por completo. Mariana también mostró un gran desagrado por la PIDE (Policia Internacional e de Defensa do Estado), la policía política portuguesa entre 1945 y 1969, responsable de la represión de todas las formas de oposición al régimen político, porque ellos cometieron actos horrendos, la mayoría de las veces, a personas inocentes.
En suma, mi entrevistada siente que debido a la realidad actual es muy difícil querer celebrar esta conmemoración, aunque esta haya sido tan importante para nuestro país y pueblo. Además siente que fue algo valiosísimo para la libertad de los portugueses, porque si no aún viviríamos en una dictadura.
SUPERLETRA B
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