En el mes de noviembre hay una fecha muy especial... Se trata del día 11. En ese día, celebramos el “São Martinho”, como le llamamos en Portugal.
A lo largo del mes, es habitual ver a algunas personas asando castañas en las calles. La verdad es que saben muy bien en esta altura del año, cuando ya empieza a hacer frío y los árboles pierden sus hojas. Yo nunca le he hecho mucho caso a esta época, aunque es importante para mucha gente, pues hay personas a las que les encantan las castañas o que simplemente disfrutan viendo como caen las hojas. Para mí, en noviembre, el paisaje se vuelve precioso y creo que es una de las pocas épocas del año donde todo se armoniza. Da gusto pasear porque no hace ni frío ni calor y a veces se forman esos paisajes estupendos que quedan tan bonitos en las fotos.
En Portugal, comemos castañas el día de San Martín, una tradición también conocida como magusto. Los magostos son típicos de muchas zonas del norte de España, por ejemplo, en Ourense (Galicia) también se celebran el día de San Martiño, patrono de la ciudad.
Cuenta la leyenda que un jinete llamado Martín intentaba regresar a su casa durante una enorme tempestad, cuando se encontró, en la mitad del camino, a un mendigo que le pidió ayuda. El jinete, que no tenía nada para ofrecerle, cogió un manto que utilizaba para calentarse, lo cortó con la espada y le dio mitad al mendigo. En ese momento, la tempestad amainó y un sol radiante empezó a brillar. Este milagro del santo hace referencia al conocido “verão de São Martinho”, o veranillo de San Martín, en español.
¡Espero que os gusten las castañas porque, a nosotros, aquí en casa, nos encantan!
Superletra Ñ 2021
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