Lo descubrí un verano cuando estaba de vacaciones con mi familia. Ese verano, mis padres decidieron que ya estaban hartos del Algarve y pasamos dos semanas recorriendo España. Lo que más me impresionó y nunca olvidaré fue el Peñón de Gibraltar. Aquel día, a pesar de ser verano, nada más cruzar la frontera, una niebla se cernió sobre la ciudad de los monos. Digo la ciudad de los monos, porque en cualquier lugar tenemos el honor de contar con la presencia de esos animales tan caprichosos y tan astutos.
La niebla que bajaba de la montaña fue algo que me dejó sin palabras. Parecía algo sacado de los libros de Tolkien...
La niebla que bajaba de la montaña fue algo que me dejó sin palabras. Parecía algo sacado de los libros de Tolkien... Yo estaba en un mundo de fantasía y dentro de la montaña había goblins hambrientos de carne humana. O incluso podría ser Erebor, donde vivía un codicioso dragón, guardando su enorme tesoro robado a los antiguos dueños y habitantes de aquel misterioso, pero también maravilloso lugar.
Me encantaría volver a ese lugar mágico y volver a ver los increíbles paisajes que nunca me cansarán.
Otra cosa que me encantó fueron los preciosos jardines, especialmente los Jardines de la Alameda, donde me sentí en paz. Las estructuras medievales y las cuevas que horadan el Peñón, llenas de historia... Me encantaría volver a ese lugar mágico, subirme de nuevo al teleférico, recorrer los lugares que he visitado y volver a ver los increíbles paisajes que nunca me cansarán.
En el fondo me gustaría mucho hacerlo todo de nuevo, respirar ese aire, pasear por sus calles y fingir que lo hago por la primera vez.
Superletra O 2023
Comments