Hay un lugar muy especial en la región del Alentejo que tengo grabado en mi mente. Siempre que pienso en él, me da una sensación de nostalgia y felicidad inexplicable, y cada vez que lo visito me aporta serenidad y paz interior. Se llama Porto Covo y para mí es el tesoro costero del Alentejo.
Me acuerdo de que fui allí con mi familia un par de veces cuando era pequeño. Por aquel entonces, era una aldea pequeña con muchos restaurantes con terraza cuyos menús estaban repletos de pescado y marisco. Había tantas tiendas para turistas exponiendo sus productos en la calle que el pueblo parecía una auténtica feria.
Me parecía que sus playas habían salido de un anuncio de viajes a un lugar exótico.
Pero lo que más me impactó fue su costa, que está a pocos pasos del centro. Yo había estado en varias playas del Alentejo, pero ninguna era como éstas... Me parecía que hubiesen salido de un anuncio de viajes a un lugar exótico. Además, había una isla cerca de la costa, llamada “Ilha do Pessegueiro” (isla del Melocotonero), donde había un fuerte. Al conocer su nombre, recordé inmediatamente una conocida canción de Rui Veloso dedicada a la isla y la región.
El paisaje seguía siendo impresionante, al igual que los sentimientos que me provocó y que sigue provocando en mí.
En agosto del año pasado, decidí llevar a mi novia a mi lugar favorito, ya que hacía mucho tiempo que no iba. Ahora, el pequeño pueblo que conocía había crecido. Me di cuenta de que había más casas y también muchas más en construcción. Ya no había tantas tiendas en las calles como recordaba, por lo que estas parecían más vacías. Sin embargo, las playas y la costa no habían cambiado con el tiempo. El paisaje seguía siendo impresionante, al igual que los sentimientos que me provocó y que sigue provocando en mí.
Superletra G
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