Allí donde el mar se une con el cielo y la tierra; ese lugar desde el que puedes ver un inmenso infinito desde la orilla. La playa sigue siendo sin duda el sitio donde encuentro paz.
Desde pequeño siempre he sentido una unión muy grande con el mar. El simple olor del mar me relaja, me da paz, me hace sentir en casa aunque esté lejos. Me encantan los rincones olvidados y escondidos que casi nadie conoce. Son tranquilos y uno puede relajarse sin tener que escuchar a los demás, sin sentirse agobiado.
De noche, la playa tiene un aura mística, quizás porque sin las luces de la ciudad las estrellas se pueden ver sin problemas.
De noche, la playa tiene un aura mística, quizás porque sin las luces de la ciudad las estrellas se pueden ver sin problemas, por la paz que transmite, por no haber nadie o casi nadie a esas horas. Caminar por la playa de día o caminar por la playa de noche provoca distintos sentimientos. Hacerlo de día puede dar una sensación de sofoco en temporada de calor, y de soledad, si hace frío, pero, de noche, siempre trasmite paz.
El sonido de las gaviotas, las olas del mar y algún que otro barco que pasa cerca son parte de la sinfonía.
Podéis hacer lo mismo de las pelis: id con vuestros amigos, pasad la noche la playa o pasead con vuestra pareja. Sentiréis ese sentimiento de que estáis en el lugar al que pertenecéis, donde nadie os juzga y que vuestras preocupaciones desaparecen.
El sonido de las gaviotas, las olas del mar y algún que otro barco que pasa cerca son parte de la sinfonía que se escucha en la playa, una sinfonía que unida al olor de la mar es de las cosas más relajantes.
Superletra T 2023
Comments